El beso se rompió como una cuerda tirante que se revienta al límite.Ambos se quedaron inmóviles por un instante, respirando agitados, los rostros aún cerca, los labios temblando por lo que acababan de compartir… o arrebatarse.Sus miradas se encontraron, intensas, turbias, cargadas de algo que ni el deseo ni la culpa podían explicar del todo.—Esto… esto fue un error —murmuró Lucien con voz ronca, rota, como si cada palabra le arrancara la piel.Y sin darle tiempo a decir nada, se apartó con rapidez. Su cuerpo, que segundos antes había sido calor, refugio, ahora era solo una sombra alejándose, una ausencia que dolía más que el rechazo mismo.Alessia no pudo moverse. No quiso.Se llevó una mano al pecho. Ahí, justo en medio del corazón, algo ardía. Algo punzaba como una garra invisible.No era físico… era más profundo. Y entonces, sin contenerse más, dejó caer las lágrimas.Calladas, pesadas, densas. Como si su alma sangrara por los ojos.Por un momento se dejó caer contra la pared d
Leer más