Los ánimos se estaban calentando, los gritos se escuchaban hasta afuera, las gemelas Darkok escucharon la mayor parte de la conversación, y como los Mendoza ofendían cada vez más a su hermano y a su padre. — ¡Escúchame bien Rafael, le enseñé a mi hijo todo lo que un hombre de calor debe saber, y debe conocer, Vladimir se ha graduado con honores, habla más de seis idiomas, es un empresario exitoso con ideas innovadoras y futuristas, lo enseñé a que uno verdadero amigo siempre apoya incondicionalmente, no me lo vas a venir a menospreciar si él es un hombre excelente! Los amigos por primera vez en años de amistad estaban teniendo una gran y acalorada discusión. — Papá, cálmate, el río Dimitrir es tu mejor amigo, no puedes ofenderlo así, sé que estás muy molesto, que quieres ahorcar a Vladimir con tus propias manos, hacerlo sufrir... — ¡Siii, por supuesto que quiero eso, quiero que pague, que le duela como me está doliendo a mi ver a mi hija en una situación que me juré nunca i

La tensión en el despacho se podía cortar con un cuchillo. Los imponentes CEOS estaban furiosos, ninguno iba a ceder ante la delicada situación. — No puedes simplemente disponer de la decisión que solo corresponde a Emiliano y a Angela, ellos son los padres, no vas a obligarla a interrumpir el embarazo. Ese niño es un Mendoza, y va a nacer. — ¡Mira nada más que conveniente, apenas hace un momento estabas diciendo que no querías que Rafaela continuará con su embarazo, dijiste que no ibas a permitir que ella truncara su vida, pero ahora sí quieres que mi Angela continúe con el embarazo! ¿Tiene algún sentido lo que estás pidiendo? — ¡Comprende Dimitrir, los herederos para la familia Mendoza son muy importantes, representan la continuación de nuestro legado, son prácticamente un tesoro! Lo queremos conservar. — Pero te negaste cuando te pedimos que Rafaela conservara al bebé. Tú mejor que nadie sabes lo que significan los descendientes para nosotros, soy un hombre que no tiene fa

El CEO Mendoza, aunque estaba enfadado, dolido, y decepcionado, no podía dejar de lado el amor que le tenía a su princesa. — Rafaela no está del todo bien, Rafael, el embarazo le está complicando comer, ella vomita todo lo que come, eso le afecta, no tiene energías, la subimos a acostar, sigue muy pálida, ya he enviado al chófer por la medicina que le recetó el doctor. — Ahhh... Pobre de mi niña, todo es culpa de Vladimir, ¿Me imagino que ya te dijo que él es el padre? — Si, Rafaela me lo contó todo, ella lloró mucho, está muy preocupada porque tiene miedo de que la dejes de querer. Me gustaría saber que fué lo que le dijiste, sé que no hizo lo correcto, que no debió dar ese paso tan importante siendo tan jóven, pero eres su padre, no la puedes repudiar por este error, el esposo que conozco no sería capaz, ¿O sí? — Por supuesto que no, querida, estoy molesto, esa hija tuya me va a hacer abuelo demasiado jóven, además yo quería que nuestra hijas tuvieran un futuro exitoso.

El CEO Darkok estaba en todo su derecho de sentirse dolido. Había cuidado tanto de sus hijas, las consentía en todo, de niñas jugaba con ellas a la hora del te, hasta se ponía las alas de mariposa para estar acorde al evento. Y ahora ese demonio Mendoza se la quería robar. — No cariño, tu has sido un excelente padre, no hay nada que tengas que reprocharte, excepto el que hayas sugerido que Angela interrumpieras el embarazo. Eso no estuvo nada bien, y no quiero que por ningún motivo lo vuelvas a repetir. Dime, esposo, ¿Qué sientes ahora que nuestra hija está a punto de perder a su bebé y que tú su abuelo, quien debía protegerlo, hayas deseado su muerte? El CEO que siempre se mantenía firme en sus decisiones, esta vez ya no permaneció inflexible. — No, no quiero que muera, no quiero que mi princesa sufra, lo que es más, quiero conocer al bebé, nunca sentí realmente lo que dije, solo estaba muy molesto, Pero el niño es sangre de mi sangre. Discúlpame querida, trataré de dejar de

Las razones que la jóven daba eran razonables. En ese momento una muy molesta Emma volteó a ver a su esposo. — ¿Le negaste a tu hija el derecho de darle está noticia al padre de su hijo, Rafael? — Vladimir debía darme una explicación por haber traicionado mi confianza, ¿Querías que me quedara con los brazos cruzados? Ese demonio perjudicó a mi princesa. — Respondió el CEO bastante molesto. — Pero ahora por tu culpa ella va a dudar de la decisión de Vladimir, que tú lo estás obligando a que se haga responsable de sus acciones, y no porque verdaderamente la ame. — Pero yo la amo sinceramente tía Angelic, Rafaela es la mujer que quiero para que sea mi esposa, la noticia de que me dará un hijo me hace muy feliz, los quiero tener cuánto antes a mi lado. Yo también pude ver que mientras estaba cerca mío, ella se sintió mejor, por favor haz entrar en razón al tío Rafael, necesitamos estar juntos ya. — ¿Y que esperas, Vladimir, que les organice una boda para dentro de dos días