AuroraEl amanecer se filtra por las cortinas entreabertas, dibujando líneas doradas sobre la cama revuelta. Observo a Gael dormido a mi lado, vulnerable como nunca lo es cuando está despierto. Su respiración es profunda, tranquila, tan distinta a la tormenta que habita en su interior cuando abre los ojos.¿Cómo puedo amar a alguien que me asusta tanto?No es miedo a él, sino a lo que representa, a ese mundo oscuro que lo rodea y que ahora también me envuelve a mí. Sus cicatrices, tanto las visibles como las invisibles, cuentan historias que a veces desearía no conocer. Historias de violencia, de decisiones imposibles, de supervivencia a cualquier precio.Me incorporo despacio, cuidando de no despertarlo. Necesito este momento para pensar, para respirar sin que su presencia magnética nuble mi juicio. Desde que llegué a esta ciudad, mi vida se ha convertido en una montaña rusa de emociones que no sé controlar. Yo, que siempre viví bajo mis propias reglas —invisibilidad, control, cero d
Leer más