Las luces del casino iluminan el lugar. Los negocios fluyen bien, recibí algunas pagas y gané unos cuantos dólares.Esta noche iba a apostar. Nunca lo hago, pero necesitaba distraerme; mis pensamientos iban a volverme loco.Ha pasado una semana desde que ella se marchó. El silencio volvió a hacer ruido en la casa, todo estaba tan vacío. Cerré su habitación con llave dejándola tal y como la dejó.El cuadro lo tomé y lo colgué en mi habitación y el estudio, aunque intenté mil veces desmantelarlo... no pude, simplemente lo cerré.Mi mal humor era peor conforme pasaban los días...la cabeza me dolía de solo pensar en que Sol se había entregado a otro hombre.Ya ni siquiera podía tener sexo, me era imposible encontrar deseo con alguien más, un tipo como yo.Quien lo diría..Mientras apuesto, gano. Las algarabías y los gritos de los que pierden se escuchan de cerca y de lejos.Las mujeres sexys, llamadas "las chicas de la suerte", se acercan y sonríen junto a los que ganan, pero, incómodo, l
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