ValentinaEl sonido de la música y los latidos desbocados de mi corazón, eran lo único que podía escuchar en mi mente. Y ninguno de ellos callaba el lío de emociones que había empezado a sentir.La ceremonia en la iglesia había terminado, y ahora estábamos en nuestra casa, donde se decidió, bueno, mi marido ordenó, que se realizara la fiesta.Pero a pesar de la alegría que debería estar sintiendo por mi amiga, no podía dejar de pensar en lo que estaba por venir.Sabía que, al llegar el final de esta noche, también llegaría el fin de la vida de Alessandro.Era su destino, uno que él mismo había ganado. Sin embargo, algo en todo aquello me dejaba un sabor amargo.No podía descifrarlo.Quizás era el peso de los recuerdos, de todo lo que había significado para mí y para Shadow, aunque eso ya no tuviera lugar en nuestras vidas.Caminé hasta la barra en un rincón de la sala, donde las botellas exclusivas brillaban, esperándome.Tomé una copa limpia y me serví un poco de whisky, el líquido á
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