Capítulo ochenta y cinco. La calma antes de la tormenta.— — — — Narra Amy Carlson — — — —El sol de la mañana se filtra entre las cortinas de la habitación, bañando todo con una luz dorada que me despierta lentamente. Mi primer instinto es buscarlo, sentir su calor junto al mío, y no me decepciona: Brad está allí, mirándome como si yo fuera el milagro más grande que le ha ocurrido jamás.—Buenos días, amor —susurra, acariciándome el cabello con ternura.Le sonrío, acurrucándome más en su pecho. No quiero que este momento termine nunca. Aquí, en este pequeño rincón del mundo, todo parece posible. Todo parece eterno.—¿Sabes? —me dice después de un rato, su voz vibrando contra mi piel—. Me he preguntado cómo sería despertar cada día de mi vida contigo... Y no quiero imaginar otra vida si no es a tu lado.Mis ojos se humedecen. No por tristeza, sino por esa felicidad que a veces asusta, que te llena tanto que temes que algo pueda arrebatártela.—Yo también —murmuro—. No quiero otra vida
Leer más