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Todos los capítulos de SIEMPRE SERÁS MÍA: Capítulo 91 - Capítulo 94
94 chapters
91.Dos en vez de uno.
Capítulo noventa y uno. Dos en vez de uno. — — — — Narra Amy Carlson — — — — Hace dos semanas que las cosas parecen estar en calma. Una calma extraña, casi artificial. No hemos vuelto a recibir amenazas, ni mensajes, ni ningún otro aviso que nos recuerde que hay alguien ahí afuera queriendo destruirnos. Pero no me engaño. La tranquilidad puede ser más peligrosa que el caos. Porque el caos se ve, se escucha, se siente. En cambio, el silencio... el silencio esconde trampas. —¿Te duele? —me pregunta Brad mientras me ayuda a acomodarme en el sofá del salón principal de casa. —Solo un poco... No es dolor exactamente, es más como una presión, una tensión en el vientre —respondo con un gesto de incomodidad—. La doctora dijo que es normal en esta etapa, con trillizos y con todo lo que ha pasado. Pero igual no me acostumbro. Brad se sienta a mi lado, me toma la mano con suavidad, como si yo también fuera tan frágil como la vida que llevo dentro. No dice nada durante un momento. Solo me m
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92.El niño de la foto
Capítulo noventa y dos: El niño de la foto. — — — — Narra Brad Lancaster — — — — El sol entra apenas por las rendijas de la cortina cuando Amy se revuelve a mi lado. Acaricia su vientre aún pequeño, pero que ya nos cambió la vida. La observo en silencio, desde la almohada, sin atreverme a moverme. El embarazo ha sido delicado desde el primer día, y aunque ella finge estar tranquila, yo veo la tensión en su mirada cada vez que se levanta demasiado rápido o cuando el dolor la toma por sorpresa. —¿Estás despierto? —pregunta, con la voz todavía adormilada. —Lo estoy desde hace rato —respondo mientras paso un brazo bajo su cuello y la acerco a mí—. Solo quería verte dormir. Estás hermosa. —Mentiroso —murmura, pero se acurruca en mi pecho como cada mañana—. Me siento un globo. —Un globo que amo —bromeo—. Y un globo que lleva a mis tres pequeños en su interior. Eso te hace preciosa. Se ríe, aunque sé que su humor es una forma de enfrentar el miedo. Desde que supimos que esperábamos t
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93.Ruido de fondo
Capítulo noventa y tres. Ruido de fondo — — — — Narra Brad Lancaster — — — — La calma es extraña. Se presenta sin previo aviso y, por eso mismo, cuesta creer en ella. Amy duerme a mi lado, envuelta en el edredón hasta la barbilla. Su respiración suave, regular, acompasa la oscuridad de la habitación, pero no me permite dormir. Estoy despierto desde hace horas. No por trabajo, no por insomnio… simplemente, algo no me deja descansar. No hay amenazas, no hay notas ni mensajes. Pero eso es justo lo que me inquieta. El silencio también es una forma de guerra. Me levanto despacio, procurando no despertarla. Paso junto a la cuna portátil que ya instalamos en la esquina del cuarto. No está vacía del todo: dentro hay tres peluches, uno por cada bebé que viene en camino. Dos ositos y un conejo. Amy los acomodó como quien construye un refugio. En la cocina, la cafetera burbujea. El olor a café recién hecho me ancla al presente. Apoyo los codos en la encimera y cierro los ojos. Repaso la re
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94.Los tres contra el mundo
Capítulo noventa y cuatro. Los tres contra el mundo. — — — — Narra Amy Carlson — — — — Brad no durmió en toda la noche. Lo sentí moverse de un lado a otro, revisar cajones, murmurar para sí mismo. A ratos volvía a la cama, me abrazaba como si tuviera miedo de perderme… y luego se marchaba otra vez, devorado por sus pensamientos. Me desperté temprano, aunque no estaba completamente dormida. El embarazo me tiene más cansada de lo normal, pero también más atenta a todo, como si mi cuerpo supiera que debo estar alerta, siempre lista. Cuando bajé, lo encontré en el salón, con una caja en el regazo y una expresión de profunda confusión. No estaba solo. Milicent estaba sentada frente a él, en el sofá. Había lágrimas secas en sus mejillas y el cabello más desordenado de lo habitual. No hablaban, solo miraban una foto que Brad sostenía entre los dedos. Me acerqué despacio. —¿Qué es eso? —pregunté. Brad me miró como si acabara de regresar de muy lejos. —Una foto antigua. Estaba en los
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