—Siento que, en tu corazón, todo es más importante que yo. De verdad, Aurora, siempre pones todo por encima de mí. Muchas veces me pregunto si, sin mí, no vivirías mejor.Mientras lo decía, su sonrisa, de la nada, se tiñó de una fragilidad conmovedora.—Pero yo no puedo, sin ti no podría vivir. Esa es la diferencia entre nosotros. Yo siempre temo perderte, pero tú... a ti parece no importarte.¿Entonces de ahí venía su inseguridad?¿De qué le demuestro demasiado poco mi amor?Una oleada de emociones complicadas me embargó.A veces hasta dudo de mí misma, me pregunto si quizá no sirvo para amar, si no sé cómo hacerlo.Mateo me miró fijo.Se rio, con amargura, y volteó la cara hacia la ventana del auto.De perfil, su cara angulosa mostraba una tristeza evidente, mezclada con burla hacia sí mismo.Guardó silencio unos segundos, y luego murmuró:—Lo sé. Fuiste tú la que metió esa serpiente en el armario de Camila, lo hiciste para vengar a Valerie.Lo observé en silencio.No me sorprendía q
Leer más