DONNA CRUZCon cada paso que dábamos, mi corazón se aceleraba y la angustia me estaba asfixiando. Nadie hizo preguntas y a nadie le importó que fuera en calidad de rehén. Enfermeras, doctores, incluso guardias de seguridad nos veían pasar sin prestarnos interés. —¿Sabes? En verdad quiero cambiar, quiero lo que tú me dijiste que podía conseguir. Tus palabras me mostraron otros panoramas que nunca consideré —susurró Jerry mientras me llevaba, obligándome a ir a su paso, aunque sus manos en mi brazo y cintura eran gentiles, podía sentir su hostilidad—. No miento cuando te digo que quiero ser bueno y que quiero serlo a tu lado. No había conocido a una mujer como tú, tan dulce e inteligente. Eres divertida y muy bonita. »De pronto me di cuenta de que estaba fantaseando con tener una familia contigo. Incluso podríamos ir a México y conocer a tu familia, me encantaría que me presentaras a tu madre, debe de ser tan fuerte e inteligente como tú, de algún lado lo sacaste. Volteé hacia él, tr
Leer más