DONNA CRUZ
—Ya está todo listo —dijo Carla entrando a la habitación, interrumpiéndonos. Torció los ojos al ver la situación en la que nos encontrábamos y aunque quería esconder su dolor detrás de su odio, sus ojos la delataban. Tenía miedo de perder a su esposo, aunque fuera una mentira.
Jerry se quitó de encima y me ayudó a sentarme.
—¿Es en serio que me estás cambiando por ella? —refunfuñó Carla en voz baja como si no quisiera que escuchara—. No puedes tratarme así cuando…
—Carla, ¿se te olvida que nuestro matrimonio es una mentira? No hay nada que nos una, más que nuestras intenciones de venganza hacia nuestras ingratas familias —dijo Jerry sin perder la paciencia y se hincó delante de mí, me tomó con suavidad del tobillo, apoyándolo sobre su pierna para acomodar una de las zapatillas que había conseguido con el vestido—. Siempre fue nuestro acuerdo, parte del teatro que creamos para acercarnos a ellos. Así que no te confundas. No quieras aparentar sentirte traicionada, porque no l