SLOANE D’MARCO
Derek se levantó y avanzó hacia Cristine, tomando su rostro entre sus manos y viéndola con intensidad.
—¿Cómo una cosita pequeña y tierna como tú fue bailarina de esas? —preguntó aterrado y después la abrazó—. Imposible… No dejaré que el pervertido de mi hermano te orille a hacer esas cosas de mal gusto.
—Pero fue divertido… —susurró Cristine intentando sobrevivir a su abrazo.
—Shhh… calla pequeña e inocente criatura, no dejaré que este viejo pervertido te siga usando de esa manera —agregó con voz maliciosa y entornó los ojos al ver a Eliot—. Tal vez un periodo de abstinencia te hará reconsiderar.
—¡¿Abstinencia?! No, no, no… ya superamos la cuarentena y no pienso perdonar ni una noche —dijo Eliot amenazante e indignado.
—Como mi hermano, deberías solidarizarte conmigo y abstenerte hasta que la cuarentena de Sloane pase. Velo como un acto de amor hacia mí —susurró Derek mientras acariciaba el cabello de Cristine como si fuera un gato.
—Convence a Luca y tal vez lo