- Isa , vamos a comer a tu restaurante¿sí? - Pues claro que sí, lo que mi niña desee---contesté sonriendo. Desde que mi niña llegó, no dejé de sonreír. Ella es mi alegría y por lo visto la de Felipe también porque desde hace una semana , se ve más feliz que nunca. Miré hacía el despacho de mi marido y los vi salir por la puerta del mismo. Tan felices , como si fueran padre e hija--- sonreí. Parecíamos una familia de verdad, por la calle la gente nos miraba con una sonrisa en los labios. Llegamos al restaurante donde ya teníamos nuestra mesa preparada. La misma de siempre al lado del gran ventanal de donde mi Lorena podía el parque. Muchas veces Felipe la llevaba ahí mientras yo remataba las últimas tareas que me quedaban y desde ahí los vigilaba. - Isa, mañana voy con Daniela a visitar a David en su trabajo---estaba encantada de pasar tiempo con ellos, la querían con locura---David me va a enseñar su despacho y luego vamos a comer un helado---hizo una mueca cuando la vi seriamen
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