Capítulo ocho. Idiota y sexy jefe

“¡Para que no me culpes de tus malditas desviaciones!”

“¡Para que no me culpes de tus malditas desviaciones!”

“¡Para que no me culpes de tus malditas desviaciones!”

Aquellas palabras se repitieron en la cabeza de Sebastián, torturándose por lo que había hecho. Pasó la punta de su lengua sobre sus labios y antes de que pudiera pensar lo que hacía. Lanzó todo lo que estaba sobre su escritorio al suelo y en menos de dos minutos, aquella pulcra oficina había quedado como si un huracán hubiese pasado por ahí.

—¿¡Qué es lo que me has hecho!? ¡Yo no soy gay, tú no puedes gustarme! —gritó. Su respiración estaba agitada y una de sus manos sangraba. Tenía un pequeño corte y ni siquiera había sido consciente de cómo se lo había hecho.

Sebastián

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo