Cap. 6- Khloe 2/3

No puedo creer, que Joel se halla portado de esa manera, por suerte que Maicol pudo apostar más que él, si no esta noche Joel se portaría como un animal.

—¿Por qué? ¿Por qué diste esa cantidad de dinero?— Le reprocho.

—Acaso se te olvido nuestra conversación— No, como se me olvidara esas palabras.

—Pero diste esa cantidad de dinero, y no creo que te vayas sin mis servicios—

—No, te preocupes por eso, me gusta pasar rato contigo—

—Te estás metiendo en problemas... ¿Qué es lo que quieres Maicol?— Claro que se está metiendo en problemas, Joel no se quedara así.

—Tu compañía...— Dice con tono seductor.

Suspiro, colocando mi mano en mi cuello, Joel me apretó muy fuerte.

—¿Te duele?, como ese bastardo pudo hacerte eso.— 

—En ese lugar pasan muchas cosas— Digo en tono bajo, avergonzada.

—Tengo un regalo para ti— Me entrega una caja.

—¡Para mí!— Le digo sorprendida. 

Tomo la caja, desbaratando el papel de regalo, es un celular, es demasiado bello y se nota que cuesta una buena plata... Pero no puedo aceptarlo, si me regalo este celular es porque ahora tendrá mi número, y eso es contra las reglas, le entrego el teléfono.

—¿Qué pasa ahora? —

—No puedo aceptarlo, es contra las reglas—

—Las reglas se hicieron para romperse... Entonces ¿esto lo puedes aceptar?— Omg, que hermoso collar de diamantes, me doy vuelta para que él coloque el collar. —Por favor, toma el celular, nadie va a darse cuenta—

—Porque mejor, no me dices que significan cada uno de esos tatuajes, tienes la cara de una niña hermosa—

—Es mi hija—  Creo que nunca debí preguntar eso.

—Ah, que bien... Entonces eres casado, ya conozco ese truco quitarse el anillo antes de entrar a prostíbulo—

—No, no, no soy casado; y si lo estuviera no lo ocultaría—

—Eso significa que eres libre... Pero tienes una hija—

—Si, su nombre es Valeria, es la niña más hermosa del mundo, mira estas fotos, apenas tiene 6 años, pero inteligente como ella sola—

—Valeria, es muy linda tu nena... Y me imagino que ella es su madre, por eso pasaste la foto rápida—

—Eh, sí... Pero no hablemos de ella, porque ella es parte del pasado y el pasado se queda en el pasado— Eso quisiera decir yo, con mi pasado.

—Sabes, ¿por qué no tenemos una cita?, pero no aquí en el auto, ir a un restaurante, oh donde quieras— Pero de donde salió este hombre.

—¿Qué es lo que quieres?— Al preguntarle, se acerca a mí, está tan cerca que me provoca un poco de nervios.

—Ahora mismo, quiero saborear esos labios carnosos...— No dude en aceptar esas palabras, yo también tengo ganas de probar su boca, acaricia mi muslo, sus manos son tan suaves al igual que sus labios.

—Besas muy bien, para ser un chico fresa— Interrumpo nuestro apasionado beso, mirándonos con todo el deseo de seguir.

—¿Chico fresa?—

—Podemos seguir— Susurro a sus labios, volviéndonos a devorar. 

La temperatura por aquí, está bastante caliente, y seguimos en el auto, en el mismo lugar, ya él quería subir de nivel, y yo estoy dispuesta hacer mi trabajo con todo el placer del mundo, pasamos a la parte trasera sin decir una palabra, sin quitarnos aun la ropa, baje mi mano para buscar su miembro, el cual está muy despierto, mientras él besa mi cuello, aprovecho para sacar su paquete fuera, al verlo, muy sorprendida, un chico blanco, apuesto, por lo menos esperaba que lo tuviera pequeño, y es todo lo contrario... Disfrutaría jugar con lo que trae, además pago lo suficiente, no estaría rompiendo las reglas...

—Rosa, es mejor que te detengas...— Sabía que su semen estaba por llegar, y no me detendré en la parte más divertida... —Te lo advertí— Me dice, mientras trago. —Me toca— Mientras besa el medio de mis pechos, estoy boca abierta, nunca me había gustado después de tanto tiempo que un hombre quite mi sostén... —¿Y esto?— Pero unas pastillas arruinaron el momento, maldición para que las coloque en mis pechos.

—Esto... Eh, es, es solo parte del trabajo— ¿Qué? para que dije eso.

—Ósea, que pensabas drogarme— Me dice molestó. Que estúpida, no podía inventarme algo mejor.

—¡NO!... eh, esto, sabes olvídalo, no tengo por qué darte explicación de mi problema de salud—

—Pero si tienes un problema, deberías llevar tus pastillas en tu bolso, no en tus pechos—

—Es que siempre las pierdo, pero las pondré en mi bolso.— Busco mi bolso entrando las pastillas.

—Creo que dañe el momento, te pido disculpa—

—¿Puedo irme?— Le digo, terminando de colocar mi sostén.

—Te quieres ir, entonces vete, pero acepta mi regalo, de lo contrario no te dejaré ir— 

—No puedo aceptarlo—

—Esto no pasará de nosotros... Y Rosa, perdóname, pero ya sabes como son las cosas—

—Créeme que lose perfectamente, no se puede confiar en una persona como yo, me llevaré el celular pero, no me llames, espera que yo lo haga primero... Otra cosa, gracias por salvarme esta noche, y te pienso devolver el dinero; Adiós.— Salgo del auto, es increíble, ni siquiera pude cumplirle con mi trabajo, camino al maldito infierno.

—¡No necesitó ese dinero, vendré mañana por ti!— Al escuchar esas palabras, voltee y estaba parado como idiota fuera del auto, con tremenda sonrisa.

—¡Mañana me tomaré el día libre!— Le voceo riéndome.

—¡Entonces, podremos tender nuestra cita!— Mire atrás, no puedo creer que haya voceado eso, si Dori se entera de una cita con un cliente, de algo que haga con un cliente, me mata o me manda a matar... Camino a él, para quitarle esa sonrisa estúpida que trae.

—No te confundas, yo no quiero nada contigo, lo que estás haciendo, lo haces porque quieres, porque yo a ti, no te pedí que hagas nada... Y deja de hablar como si tuviéramos algo, que eso nunca va a pasar, entendiste— Le digo dejándolo sin palabras, retomo mi camino, con un dolorcito en el pecho.

Entrando al lupanar de mierda, voy al camerino, donde se encuentran estas mujeres, peinando su cabello, pintando sus uñas, cambiándose... Pero a una esquina se puede apreciar una chica llorando, camino a ella, pero Dori aparece.

—Tú, aquí, pero pensé que no volvería a saber de ti, hasta pasado mañana, acuérdate que tienes el día libre, pero cuéntame ¿Cómo te fue con el guapote? Por lo que veo... Ese collar significa que te fue bien, me gusta  antes te digo que Joel casi me arma un escándalo, le tuve que dar una de las niñas gratis, ya que la única mujer de este lugar que él quiere, es a ti. Trata de no buscarte problemas ya sabes como es ese hombre de violento.—Acacia mi collar, al parecer quisiera arrancarlo de mi cuello. 

—Pensé que me defenderías de aquel escándalo—

—Que te hallas convertido en la reina de estas mujeres, no te quita la corona de que todavía eres una prostituta, por lo tanto aquí lo único que vale es el dinero, no las amistades.— Mientras Dori me hablaba no preste atención a sus palabras, solo miraba a la jovencita.

—¿Quién es ella?— Le pregunto

—Ella, no tiene importancia, es la novata, se la ha pasado llorando desde que salió de las habitaciones con un cliente, no la culpo seguro que está traumada, le toco calmar el pique de Joel, a cambio de nada... Bueno realmente no siento pena por ella, ya estoy acostumbrada a ver estos teatros. Todavía recuerdo cuando llegaste, eras el trapito viejo de todas.—

Ahora entiendo, es "la novata", pero es muy joven para estar metida en esto, y lo peor de todo, su primera noche fue con Joel; Aun recuerdo mi primera noche con este hombre, fue algo horrible, se comporta como un animal asqueroso, no sabe  tratar a ninguna mujer, todas han tenido experiencias horribles con él, y al parecer esta chica no sabe de las drogas que la mayoría usamos en casos como el de Joel, no entiendo por qué ella me recuerda a mí, es como mirarme en un espejo, y no hablo de físico.

Escuchando la conversación de "la novata" con Pamela:

—"Deja de llorar, necesito que esta coca, te la tragues"—

—"¿Qué me la tragué?"—

—"Eres sorda o hablo en chino, mira si quieres la escondes en tu culo, pero me la devuelves"—

No puede ser, le pasará lo mismo que a mí, la cogerán de guarda ropa, tendrá que hacer todo lo que estas chicas digan, de lo contrario le rayaran toda la cara... Pero si la perra de Pamela le está ofreciendo que sé tragué la droga es porque la policía está aquí.

—"¡Vamos! Porque si no la tragas o la escondes en ese culo, te mataré... Pero no quieres morir verdad"—

En este lugar cada quien tiene su vicio, y si no tiene entonces el tiempo te obliga a caer: Vicio de fumar, tomar... Pero el peor de todos caer en las drogas, y el peor de todos el vicio que el negocio nos impulsa a todas, a mentir, y no tener miedo a matar por sobrevivir.

Al ver la policía entrar, y pamela alejarse de la joven, me le acerco

—Pásamela— Le digo, extendido mi mano.

—No, no puedo hacerlo—Al verla decirme esto casi muriendo de miedo, tuve que arrebatársela, ya que no me la pasaría, la tiro al piso, y piso la pequeña funda con mi tacón.

No entiendo por qué estoy haciendo esto, viendo como los policías revisan, se aprovechan para manosear, uno de ellos se acerca a mí.

—Oh, disculpa, es que tome demasiado— Me lanzo en su pecho, sin mover mi pierna, mi boca está justo frente a la suya. —Nunca había visto un policía tan guapo, como tú— Le digo acariciando su uniforme.

—Gracias señorita— Que torpes son. —¡Aquí no ahí nada, mi señor!— Al escucharlo decir esto, tomo otra vez mi postura, al verlos irse, le digo adiós seductivamente... 

Quito mi tacón de aquella pequeña funda de coca, viendo la chica recogerla.

—Gracias, de verdad, no sabes cuanto te agradezco— Me abraza, llorando como una mocosa.

—Ya, despégateme; tómalo como mi pago, por soportar a Joel esta noche.—

—¿Podemos compartir habitación?— Al decirme esto secando sus lágrimas, esta loca, desde que llegue aquí, todo lo que ganaba era para comprar mi apartamento y mucho que me costó trabajar, y mi auto todavía lo estoy pagando.

—No te equivoques niña, yo trabajo aquí, pero no piso las habitaciones de este lugar— Camino fuera, para ir por mi auto e irme a casa.

Enciendo mi auto, pero un policía me toca el cristal del auto, salgo.

—¿Si?—

—Kloeh Moretti— Al escuchar esa voz gruesa decir mi nombre con apellido, lo que pocas personas saben, mis pelos se pusieron de punta.

—¿Quién eres?— Le pregunto.

—Soy yo, Jorge, el hermano menor de Julien... Sorprendida...—

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