Después de las Cenizas
Desde mi infancia, mi hermano y mi padre siempre han amado y preferido a mi hermana. A mí, me desprecian.
Una vez, en una fiesta en la que me estaban atacando, el jefe de la mafia, Matthew Carver, salió en mi defensa y dijo frente a todos que yo era la persona que más amaba; que, si alguien volvía a molestarme, no se lo perdonaría.
Matthew compró un castillo en medio del bosque solo para mí, lo llenó de tulipanes —mis flores favoritas— y organizó una boda espectacular en el castillo que causó sensación en todo el país.
¡De pronto, me convertí en la envidia de todas las mujeres!
Cuando tenía siete meses de embarazo, fui a la fiesta de cumpleaños de mi padre, y de repente estalló un voraz incendio.
Mi padre y mi hermano, como siempre, protegieron a mi hermana, y escaparon con ella, dejándome casi morir en las llamas. Al final, fue Matthew quien me salvó.
Cuando desperté en el hospital, vi algo que me rompió el corazón.
—¿Quién les dio permiso para provocar ese incendio? —Matthew estaba furioso—. ¡Ella apenas tiene siete meses de embarazo y ustedes ya iban a obligarla a tener un parto prematuro! ¿Acaso querían matar a Magi y al bebé?
Mi hermano y mi padre respondieron en voz baja:
—La leucemia de Sira no puede esperar, el doctor dijo que hay que operar cuanto antes… y se necesita con urgencia la médula del bebé.
—Yo estoy más preocupado que ustedes por la vida de Sira —les advirtió Matthew seriamente—. Si no fuera por eso, ni siquiera me habría casado con Magi. ¡Pero eso no significa que pueden hacerle daño a Magi! Yo tengo mi propio plan. Salvar a Sira es nuestra meta, pero no a costa de la vida de Magi. ¡Eso no lo permitiré!
Hui de allí, con el corazón destrozado. Resulta que él no se casó conmigo por amor, sino para salvar la vida de mi hermana, que toda su amabilidad era solo por ella.
Al igual, que mi padre y mi hermano, él también prefería a mi hermana y no a mí.
En fin, si nadie me quiere, entonces, mejor me voy.