Verdad Oculta

El matrimonio de Valentino y Eunice, recién concebido a la luz de lo correcto, se pone en juego cuando no logra consumarse en la intimidad tal y como se espera. Tras cinco años, el pasado de Eunice la sigue asechando. La comprensión y la paciencia serán fichas difíciles de sostener cuando ambos se den cuenta de que, quizá, su unión no ha sido la mejor decisión. ¿Serán capaces de salvar su amor?

¿Por qué evitamos el amor? ¿Por qué lo buscamos? Para estas dos preguntas hay muchas respuestas, puede que lo busquemos por qué queremos a alguien que nos ame, nos mime, nos de halagos, tener con quien platicar después de un día pesado, comportarnos tontamente...simplemente experimentar la vida en pareja. Lo evitamos porque para muchos es algo desconocido y al ver las decepciones de otros nos provoca un miedo demasiado grande a salir igual de lastimado, recibir maltratos, intimar con alguien o que una persona te conozca tal y como eres. ¿Merezco su amor? Es la pregunta que nos hacemos cuando tenemos una pareja, pensamos si en verdad lo estamos haciendo feliz, si le damos el amor que merece, si está a gusto con nosotros, entre otras. Con estas preguntas se desarrolla la historia de Mackenzie y Blake, dos personajes que tienen que luchar por su amor, de los prejuicios o los obstáculos que la misma vida pone. Y luego viene la pregunta. Seré.......Digno de ti?

Amaba el romance, pero no creía en príncipes azules ni en finales felices. Más bien me atraía los príncipes negros, aquellos misteriosos hombres, que lo único que hacen en ti, es activar una atracción difícil de quitar, que te hacen descubrir ese lado oculto que todos tenemos, esos que tienen el cartel de prohibido y peligro con luces de neón alrededor suyo. Exacto, los chicos malos. Y Alessandro Rizzo lo era. La primera vez que lo vi, su belleza me deslumbro. La segunda vez que coincidimos, decidí hablarle. Lo que no contaba, era con la ignorada olímpica que me dio, fuera de ponerme triste, me puso ansiosa y deseosa por conseguir su atención. La tercera vez, lo tenía apuntándome con un arma en la cien. La cuarta, lo estaba salvando de la muerte. Sabía que no estábamos hechos para estar juntos, su mundo y el mío eran muy distintos..o eso pensaba yo. Pero la atracción que había, era mucho más fuerte que la razón. Sabía de antemano que solo yo perdería en esto, pero no lo pensé dos veces, y me tire al abismo sin tener la certeza de que sería atrapada al caer. Solo podía pensar. ¿Estará él, al final del abismo?

Mariane está comprometida y a punto de casarse, y es por eso que decidió cometer una locura de amor anticipando su luna de miel, ya que ama a su prometido y no quiere esperar más, pero su sorpresa inesperada le puede costar muy caro, ya que ella termina yendo a una trampa del destino, donde esta noche especial suya traerá al CEO de su prometido a su cama, y ​​su vida, ya que está en el lugar equivocado, en el momento equivocado, como su prometido también le prometió a su jefe Henrico Katisoure para hacerle una sorpresa el mismo día ya la misma hora, y siempre en el mismo lugar. Después de una intensa noche de pasión totalmente equivocada, al menos para Mariane, Henrico la desea a toda costa, y termina enviándola a prisión, para lograr que Mariane lo acepte como su esposo. Henrico y Mariane están unidos por pura obra del destino, pero ella aún ama a su prometido y luchará contra el nuevo sentimiento que despierta el gran magnate, haciendo que el director ejecutivo de su prometido llegue al extremo para conseguirla.

Un equipo posee habilidades, cualidades, conocimientos, retos y destrezas. FBI alemán se considera en mejor en su rama, cada uno de sus casos intactos, pero también se conoce como más frio, crudo y cruel para el que caiga en sus manos. Las mafias rezan, los capos huyen y los agentes gritan para ser seleccionados. Anya Meyer agente especial del FBI perfilador conductual y agente de campo, llega Alemania, los hombres la desean, las mujeres la repudian y su familia le aplaude. No todo es tranquilo, encontrará secretos, peligro y un evidente temblor de piernas frente a ella.

— ¿De verdad pensabas engañarme toda la vida? ¿Pensaste que jamás me daría cuenta de que Lucia no es mi hija? —Ese es Edan quien ya se enteró de toda la verdad. —Por favor Edan, escúchame, yo no tenía otra alternativa, por favor créeme que cuando te digo que me enamore de ti es verdad—lo veo con suplica. — ¿Te enamoraste de mi o de mi dinero? O ya sé, de lo que me podías sacar engañándome ahora entiendo porque tu afán de hacerme creer que me fui contigo a la càma pero… ¿Dime algo y el papa de Lucia dónde está? —Sus palabras me hieren más de lo que él cree. —Ese es un patán no me quiso responder, mi única alternativa fuiste tú y aunque al principio fue por desesperación ahora te amo y no quiero perderte por favor Edan ¡Perdóname! —alcanzo a tomar sus manos solo por un instante ya que él se suelta de mi agarre. —Tu no amas a nadie más que a ti misma y a tus lujos, incluso metiste a Lucia a tu propia hija en esto, te doy una semana para que te vayas de mi casa y por Lucia no te preocupes seguiré haciéndome de cargo de ella, de ti no quiero saber nada ¿Entiendes? —me mira con enojo mientras da pasos hacia atrás para finalmente salir por esa puerta. Jamás debí engañarlo de esa manera pero juro que no tenia de otra era meterme con él a la cama y hacerle creer que él era el padre de Lucia o era permitir que mi exnovio me obligara hacer algo que no quería hacer.

¡No puedo creer que ésto esté pasándome! La veo y siento que perderé la cabeza. Muero por estar con ella, pero es imposible, porque por más que sea mi Luna, también es mi hermanastra.

Era una mujer feliz como cualquier otra, tenía un relación estable, con un hombre que decía amarla. Cuando su pequeña nació, todo se volvió como un cuento de hadas hasta que por cosas de la vida, su hija enfermo y él hombre que decía amarla la abandono a su suerte por otra mujer, su amante, la hija de su tía, su propia sangre. Después de esa traición tan dolorosa se volvió fría, distante, una mujer sin ningún tipo de sentimientos, que lo único que hacía era trabajar y cuidar de su hija hasta que conoce a un hombre que hará que todas las barreras de su corazón se vengan al suelo. __Puedo enseñarte lo que es el amor en realidad __le dice Aidan con una sonrisa. __Lo mejor será que te alejes de mi __responde Nicolle en tono seco. __Tienes miedo que te haga sentir lo que nunca nadie a podido, ¿¿no es verdad?? __Eres un imbécil __respondió en tono frío. Se giro sobre sus pies y salió del departamento del chico, su voz ronca y sensual, le gustaba, sus palabras extrañamente hicieron que en su interior se encendiera una fogata, no debía sentir nada por nadie se dijo a sí misma, no podía cometer el mismo error dos veces, su corazón no lo resistiría.

Cuando la muerte de Reyna, su gemela, deja a Evanora con un saco de deudas y a sus hijos, decide que mantenerse alejada de su cuñado; el hombre más frío, cruel que dejó morir a su hermana, es la mejor opción. El odio es tal, que le oculta el secreto hasta que él le hace una propuesta que no podrá rechazar tan fácilmente, al descubrir Marcel, que ella es idéntica a su mujer, comienza a maquinar un sucio plan que los pondrá a los dos, al filo del deseo. —¡Son mis hijos! —Haz lo que quieras, no te los voy a dar, ¡mi hermana está muerta por tu culpa! —Entonces vas a firmar esto. Extendió el documento sobre la mesa, y al leerlo, la sangre le hirvió, porque él quería que ella fuera… la niñera de sus propios sobrinos.

Mi mejor amiga me traicionó de la forma más cruel: entregó mi inocencia a su novio. Lo que jamás imaginé fue que terminaría embarazada… ¡de ese mismo hombre! La relación que alguna vez creí dulce se convirtió en un campo de batalla. Él, el implacable multimillonario, me miró fríamente y sentenció: —Ya que llevas a mi hijo en tu vientre, nos casaremos. Pero recuerda, yo no te amo… y tú tampoco me amas. Un contrato sobre la mesa, un matrimonio en secreto y un acuerdo que nunca debió convertirse en algo más. Para todos, yo solo era su asistente. Nadie sospechaba que en realidad era la esposa oculta del director general. Pero justo cuando pensé que podría mantener la distancia, él rompió todas las reglas: proclamó ante el mundo que yo le pertenecía… y no solo eso. —¿Qué intentas hacer? —pregunté con el corazón acelerado. —¡Mi querida esposa, te amo! Tengamos otro hijo.