EL ATAQUE SORPRESA
Isabella aún sostenía el mapa de la caja cuando escuchó el sonido.
—¿Escucharon eso?
Vanessa levantó su arma.
—Sí. Paso firme. Tres, no… cuatro personas.
Sienna retrocedió hasta la esquina de la biblioteca.
—Nos encontraron.
Entonces, las ventanas estallaron al mismo tiempo.
Granadas de humo, vidrios volando, siluetas oscuras bajando con cuerdas desde el techo.
—¡AL SUELO! —gritó Vanessa.
Isabella rodó hacia un lateral, protegiendo el mapa y la caja.
Los intrusos llevaban trajes tácticos negros con el símbolo del Consejo grabado en las máscaras:
Una serpiente cruzando un eclipse.
—¡No los quieren vivos! —ordenó uno por radio—. ¡Sáquenlas ahora!
Uno disparó hacia Sienna.
Isabella saltó sin pensarlo, bloqueando el disparo con una mesa de roble que estalló en astillas.
Vanessa contraatacó con movimientos limpios y letales, pero eran muchos.
Sienna gritó.
La acorralaban.
Isabella sintió la presión, la desesperación…
Hasta que se oyó otro zumbido.
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