Capitulo 28

Minutos más tarde se escuchó el ruido de un automóvil, seguido de los sonidos de freno. El mundo entero quedó en silencio.

El hombre de la silla de ruedas y sus dos subordinados corrieron hacia la barandilla mirando hacia abajo, vieron un vehículo todoterreno, estacionarse.

¿Llegó el cliente?, al menos llegó media hora antes de lo estimado. El hombre de la silla de Ruedas revisó el espacio confundido ¿dónde están mis hombres?

Pero no tuvo tiempo de pensar demasiado, porque en ese momento el cliente que estaba esperando entraba en su campo de visión, estacionó el auto enfrente de la fábrica abandonada.

Luego grito, ¡todos salgan del auto! ¡Abran las cuatro puertas! Si no tengo a estas tres personas fuera del auto, declaro el contrato terminado.

En el asiento trasero del todoterreno, salieron tres personas. En ese momento Isabel la divisó una persona conocida, “¡Sebastián!”

Cuando Sebastián mira a Isabella, su rostro palideció, y se preguntó: “¡Que está haciendo Isabella aquí!”

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