Capítulo 8: El silencio otorga...

Estamos celebrando la última noche, los chicos están totalmente desenfrenados y mis compañeras los animan en sus locuras. Ahora les toca a ellos hacer el ridículo, bueno… en realidad sólo Mario y Diego, que son más infantiles, porque Esteban se mantiene a parte riendo de los bailes sin sentido y Ángello…

Desde el percance de la piscina no hemos hablado más, lo que me está matando porque nunca nos molestamos, nunca tuvimos una diferencia o una palea, pero ese día… algo nos envolvió y luego nos lanzó lejos el uno del otro.

Sólo espero que mañana, cuando vayamos de regreso a Santiago, podamos resolver nuestras diferencias. Me he sentido muy sola, aunque sólo una escalera nos separa en este momento, porque ni siquiera quiso bajar.

—¿Siguen muy enojados? —me dice Esteban, que se sienta a una distancia prudente, mientras bebe un refresco.

—La verdad es que no lo sé… no hemos vuelto a hablar.

—Yo creo que deberías hablar con él. Tal vez exageraste un poquito ante su reacción —hace un gesto c
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP