Por Pupy
Estaba inquieto y sin saber como comportarme.
No puedo exponer mis sentimientos.
Emma no corresponde a lo que siento por ella, no se da cuenta de que mi mirada no es solo deseo.
No quiero delatarme, no quiero que se entere de lo importante que ella es para mí.
Yo no lo soy para ella.
Existen miles de mujeres que rogarían por mi amor.
Otras lo harían por estar a mi lado.
Soy un tipo muy atractivo y los billetes se caen de mis bolsillos y sin embargo, desde hace un tiempo, mis noches las dedico a pensar en ella, a lucubrar algún plan para atraerla.
Otras noches no dejo de ver los videos de nuestros encuentros.
Hice copia de cada imagen en donde aparece ella.
La siento lejana.
Emma apareció en la puerta de mi oficina.
-¿Me llamabas?
-Sí.
Le dije y mi mente quedó en blanco.
-¿Cómo estás?
Le pregunté tratando de parecer casual.
-Estoy bien, gracias, en estos días tengo que ir a declarar.
-Que te acompañe Martín Pantoja.
No se lo pedí, se lo impuse, pero no era lo que pretendía hac