—Exacto. El fondo familiar está para que la familia Saavedra crezca y se fortalezca. Tirarlo a la basura es perjudicar los intereses de todos.
—Tu hija y tu hijo se confabularon para hacer quedar mal a Cintia, y ella ni siquiera los está acusando formalmente. Únicamente les ha prohibido usar el fondo. No vayas a pasarte de listo…
Los murmullos se alzaron por toda la sala. Esa misma gente que hace unas horas se mostraba amable y condescendiente, ahora revelaba sin tapujos su verdadero sentir.
—Voy al baño, —anunció Gabriela de pronto.
La verdad, tras una noche de poco descanso, la disputa de los presentes le resultaba estresante. Además, sentía la mente inundada de curiosidad por el papel arrugado que guardaba en el bolsillo de su abrigo. ¿Qué contendría?
—Te acompaño, —propuso Álvaro.
—¡Siéntate! —lo fulminó con la mirada Gabriela, en un susurro cargado de advertencia.
Hasta Álvaro se asombró de su propia reacción interna. Después de tanto tiempo siendo ignorado por ella, ahora, inclus