Busco las batas que me dijo Alessandro, me cambio rápido y me subo a la cama. Esto jamás lo había experimentado. Dejamos de viajar después de que murió papá. Todo el dinero era para la terapia de Luci. No sabía que me había quedado un trauma después del accidente. Yo era pequeña en aquel entonces; fui una de las pocas sobrevivientes. Me había olvidado de ese hecho hasta ahora que subí a este avión. Lloro en silencio hasta sentir cómo se hunde la cama a mi lado. Me giro y me meto en sus brazos, sin importarme nada. Él me abraza mientras me acaricia la cabeza.

—No temas, Liliam, duérmete. Te protegeré, nada va a pasar —me susurra mientras sigue acariciando mi cabeza.

Cierro mis ojos, hundo aún más mi cabeza en su pecho, aspiro su agradable olor mientras me aprieto más a su cuerpo. Me concentro en escuchar el latido de su cora