Mundo ficciónIniciar sesiónLILIAN:
Lo miro, intentando no dejar que la confusión se refleje en mi rostro. Frunzo los labios, decidiendo si responder o no. Pero Alessandro parece disfrutar demasiado mi incomodidad, y una sospecha se cuela en mi mente.
—¿Por qué lo pregunta? ¿Lo investigó? ¿Encontró algo que yo deba saber? —pregunto preocupada, porque aunque no lo digo, no sé nada de mi prometido. Ahora sí que me hierve la sangre. Por un momento me pesa el vaso en la mano, pero resisto la tentación de vaciárselo en toda la cara. Él ni se inmuta ante mi tono, como si estuviera hablando del clima o de un simple negocio. —No, no lo he investigado, solo te daba un consejo —contestó, se puso de pie y tomó ambos vasos—. Ahora vamos, mira la hora que es, debemos prepararnos para la cena. Vendrán unos amigos de mi abuelo de aquí. As&iacu






