Había ido al hospital a hacerse un análisis de la médula espinal para comprobar si podía donar a Johan. Sin embargo, cuando le llevó los resultados de la prueba a Johan, Olivia finalmente se dio cuenta de que Natasha y él le habían hecho una broma.
Ella quería a Johan.
Sin embargo, todo lo que Natasha y él querían hacer era humillarla.
¿Qué les hizo pensar que solo por ser de familias distinguidas tenían derecho a pisotearla?
Olivia salió de su ensoñación de recuerdos desagradables y sonrió.
—Sí.
Su voz ligeramente nasal combinada con una palabra simple hizo que Natasha se derrumbara lentamente.
Ella dijo que me conoce. Entonces, ¿por qué no tengo ningún recuerdo de ella?
Además, si está mintiendo, ¿cómo sabe que engañé a Johan?
Si sus —aventuras— le fueran reveladas a Johan, no dejaría que Natasha saliera del apuro tan fácilmente.
Su rostro palideció ante la idea, sus ojos muy abiertos por el miedo y el pánico.
Por otro lado, Olivia estaba entregando tranquilamente su tarjeta de créd