—Por supuesto…—
—Bien. Quiero que prestes mucha atención—, dijo ella, mirándolo rápidamente. —Realmente no estoy de buen humor hoy. Te juro que tengo que hacer que gaste mucho dinero. Quiero hacerle pagar por lo que hizo—.
Yandel se estremeció al oírlo, pero aun así, endureció la mirada y asintió sin reservas. —Haré todo lo que pueda para ayudarla, Jefa—.
—Bueno.—
Yandel la sujetó con fuerza por el hombro y se acercó a Dereck.
La mujer acababa de regresar al lado de Dereck. Por su expresión facial, parecía que las cosas no salieron como ella deseaba. Dereck la miró con ternura, tratando de persuadirla.
—¿Qué pasa, Tina? Pensé que todo estaba bien hace unos segundos.—
—En serio—, replicó Tina, —soy mejor que tu esposa. Ella es solo una anciana demacrada. Lo único es que ella es tu esposa y yo soy tu amante. Estaba pensando en esto, y realmente me enojó mucho—.
—Vamos, ella podría ser mi esposa, pero tú eres la persona más importante en mi corazón—, dijo, pellizcándole la mejilla juguet