—¡Qué estás tratando de decir!— Melissa frunció el ceño.
—Es solo un recordatorio amistoso—. Olivia bajó la mirada. —Simplemente creo que me tratas como a una rival. Tal vez me has sobreestimado. Usted ha visto la actitud del Sr. Moss hacia mí. Si no te agrado, puedes decirlo y me despedirán—.
Melissa quiso responder, pero Yandel la llamó.
Melissa la miró de reojo. Todavía estaba agitada, pero Yandel era su prioridad. Así que volvió a sonreír y saltó hacia Yandel.
Una pizca de sensación astuta brilló en los ojos de Olivia.
Después de todo, Melissa nació y se crió en un entorno protegido. Se volvió cada vez más obstinada y no heredó ninguna de las habilidades intrigantes de Dereck e Yvonne.
En un abrir y cerrar de ojos, llegó la hora de cenar.
Después de que Yandel se sentó, Dereck le dijo al ama de llaves que estaba a su lado. —Sube y dile a Maia que baje y cenemos juntos—.
—Sí.
—Maia es la hermana mayor de Melissa. Ella está en casa hoy. Te la presentaré—.
—Okey.— Yandel asintió.
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