Capítulo 8.
Él quitó su entrepierna a tiempo respondiendo mi sonrisa con una propia.
-Tanta violencia en un cuerpo tan pequeño y lindo. Eso no funcionará conmigo. - Dijo y luego se inclinó un poco más hacia mí colocando su boca en mi cuello. Escalofríos placenteros recorrieron mi cuerpo y el gruñó quedamente. - Entonces, conversación. ¿Qué es lo que has venido a investigar exactamente?
-Todos tus sucios negocios, grandote. - Dije tensándome con incredulidad. - ¿Me estás lamiendo?
-No, eso sería extraño. - Dijo sin despegarse de mi cuello. - ¿Me responderás?
-No hablo con criminales. - Dije medio distraída. Mi mente ya estaba trabajando a mil por hora para encontrar el mejor camino para volver a someterlo. - Tú no has respondido a mis preguntas.
-Lo he hecho.
-Tus vagas oraciones no son en realidad una respuesta.
-Quizá. - Aceptó lentamente. - Si me dices qué es lo que has venido a investigar, puede que coopere contigo y no te denuncie por abuso policiaco.
-Estamos en un punto muerto entonc