Olivia
No supe cómo reaccionar ante lo que veía a través de las pantallas.
Mi corazón comenzó a latir con desespero y más cuando vi la explosión que no anticipé porque no la vi cuando la accionaron.
—Enzo, cúbrete —chillé por el intercomunicador.
Pero ya era demasiado tarde. El capo accionó la granada y arrasó con él mismo y toda la gente a su alrededor.
Con desespero gritaba órdenes para que los hombres que estaban fuera de la zona de fuego pudieran entrar y buscar a mí esposo y a Red.
—Salvatore, necesito que tu grupo entre y busque al Capo de nuestra Mafia y más les vale sacarlo con vida o todos se mueren hoy.
Estaba desesperada y con ganas de salir corriendo y sacarlo yo misma de esos escombros.
—Enzo, ¿Puedes escucharme? —le hablaba pero obviamente sus tímpanos quedaron lesionados por la explosión.
Trataba de responderme pero todo se escuchaba entrecortado.
Cuando vi que se levantó y tomó a Red con uno de sus brazos y con el otro el maletín puede respirar.
No caminó tanto con el