Capítulo 779
El joven, aunque evidentemente excitado, respetó su deseo.

Se levantó y Dulcinea le extendió un cheque.

—Toma este dinero y sal del país. No regreses en dos años.

El joven miró el cheque de 500 mil dólares, sorprendido.

Luego, observó a Dulcinea con una mezcla de agradecimiento y compasión. Intuía que la mujer frente a él no buscaba solo compañía, sino que trataba de lidiar con un dolor profundo.

Le dio las gracias en voz baja y se marchó.

Media hora después, Luis recibió un mensaje de Dulcinea. Era un video.

Al verlo, su ira explotó. Arrojó el teléfono contra la pared, rompiéndolo en pedazos.

Respiraba con dificultad, mirando los fragmentos esparcidos por el suelo, incapaz de procesar lo que había visto.

Ella se había atrevido a hacerlo.

¡Había buscado a otro hombre!

El video mostraba a Dulcinea besando y dejándose acariciar por el joven, su rostro reflejando un deseo que lo volvía loco.

La grabación terminaba justo cuando ambos caían sobre la cama.

Desesperado, Luis agarró otro teléf
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