Fernando tocó la puerta y entró a la oficina con una expresión algo incómoda.
—Presidenta, el ingeniero ya ha llegado.
Marina, absorta en la pantalla de su computadora, no se percató de la sutil incomodidad de Fernando.
— Dígale directamente, que pase a la sala de reuniones. Pide a los jefes de los departamentos de Tecnología, Producto, Diseño, Ventas, Operaciones y Datos que se presenten también.
Pensó, agradeciendo mentalmente a Diego por haber enviado a alguien tan rápido.
—Sí, señora.
Fernando salió de inmediato para avisar a los jefes de los respectivos departamentos, y pronto los responsables comenzaron a dirigirse hacia la sala de reuniones.
Marina entró y se encontró con el ingeniero enviado por Diego. El hombre llevaba una peluca rizada de color marrón, unas gafas de marco negro y una mascarilla. Con un gesto exagerado, le extendió la mano a Marina.
—Señorita, un placer conocerla.
Marina, algo sorprendida por el estilo tan peculiar del hombre, respondió con cordialidad.
—…Hola