—Sigue investigando al asistente de compras, averigua adónde se fue. Y mientras tanto, consigue más información sobre Nexora Solutions. Necesitamos saber si esta empresa tiene algo que ver con Mateo o con los demás —ordenó de inmediato Marina.
Ricardo obedeció. Marina había pensado en reunirse con Enrique y los otros para hablar sobre la compra de acciones, pero decidió esperar un poco más.
Se lo contó a Diego, quien estuvo de acuerdo.
Ricardo, algo desanimado, observaba cómo se llevaban tan bien Marina y Diego. Miró hacia abajo, recogió su computadora y salió apresurado.
Una vez que se marchó, Diego, con un cuchillo en la mano, comenzó a pelar una manzana para Marina.
Marina, sentada en el sofá, no podía dejar de mirarlo mientras él pelaba la fruta.
—Diego, tu cabello ya está bastante largo... ¿te ayudo a hacerte unos moñitos? —le dijo con una sonrisa bastante traviesa.
Diego, imaginando cómo se vería con unos moñitos, negó de manera rápida el favor.
—No, gracias.
Marina levantó una c