Diego levantó una ceja y se miraron, sabían muy bien que esto no era tan simple.
—Si quieren verme, los veré mañana —dijo Marina con calma.
Le pidió a Fernando que se pusiera al instante en contacto con Enrique y los demás.
...
Cuando Martina fue al hospital a cuidar a Luna, casualmente mencionó el encuentro con Marina.
—¿Qué le pasó? —preguntó Luna, con una voz sombría.
—Parece que se sometió a una cirugía y está internada —dijo Martina, algo insegura.
Luna, visiblemente molesta, se puso seria. Martina decidió no insistir en el tema.
La verdad, lo había mencionado a propósito. Mientras más se pelearan madre e hija, mejor para su familia, especialmente para Matías.
Una vez que Martina se fue, Luna pensó por un momento y luego hizo una llamada urgente.
—Gabriel, necesito tu ayuda —dijo, con un tono apurado—. ¿Tienes algún hechizo o agua bendita que pueda quitarle la mala suerte a alguien?
Al otro lado de la línea, Gabriel suspiró con calma.
—Luna, no es tan fácil como un hechizo o agua