Diego invitó a Javier y Adriano a cenar en el Hotel Regal.
Cuando llegó la hora acordada, él y Daniel se dirigieron directo al reservado.
—Perdón por la tardanza —dijo Diego sonriendo.
—En realidad, nosotros llegamos antes —respondió con agrado Javier, levantándose junto a Adriano. Una vez que Diego se sentó, ellos también tomaron asiento.
Diego, consciente de que era su invitación, se mostró bastante cortés y sonriente.
El camarero sirvió los platos.
—El Hotel Regal ha contratado a un nuevo chef, y la comida está deliciosa. ¡Pruébenla! —comentó con entusiasmo Diego.
Daniel se levantó para servir vino a Javier y Adriano, antes de volver a su asiento junto a Diego.
Javier y Adriano notaron la amabilidad de Diego, lo que los hizo sentir más cómodos. Quizás sí estaba pensando en el matrimonio.
Javier tomó de inmediato su tenedor y probó el plato.
—Esto es paté de higaditos.
Diego sonrió.
—Así es.
La carne estaba jugosa y exquisita.
—Pídele al chef otro plato de foie gras para Marina —sug