Salí de la cocina como una tormenta, sin darle tiempo a Felipe de reaccionar. Me llamó pero ni siquiera miré atrás, necesitaba esconderme, huir, no sé.Me eché a la cama casi llorando. Estaba tan confundida con lo que me había dicho minutos antes, pues ya no sabía si quería leer aquello. Le eché valor y con manos temblorosas y heladas abrí el sobre. Algún día tenía que enfrentar la realidad.
''Querida Isabel, perdóna mi torpeza pero ni siquiera sé como empezar esta carta. Te amé desde el primer momento en el que mis ojos encontraron los tuyos, deseaba tenerte entre mis brazos y añoraba tus besos como un desquiciado. Sigo siendo un desquiciado , puesto que a estas alturas me comunico contigo mediante esta carta sin tener el valor de hablarte personalmente. La cagué y lo hice a lo grande, lo sé...también sé que haga lo que haga, nunca conseguiré tu perdón y menos tu atención nunca más. No me bastará la vida que me queda por vivir para pedir que algún día dejé de c