C61: Él eligió traicionarte.
Raymond permaneció en silencio unos segundos. Inspiró hondo, intentando calmar el pulso que le golpeaba en las sienes. No quería, bajo ningún motivo, ser la causa de que Ámbar volviera a angustiarse o a enfermarse. La sola idea de verla otra vez en una camilla, debilitada y con el semblante pálido, le revolvía el estómago. Pasó una mano por su cabello, despeinándolo con un gesto nervioso, y soltó un suspiro pesado.
—Está bien —murmuró finalmente—. No voy a discutirlo más. Pero dime, ¿porqué no hiciste que lo echaran los guardias?
—Estuvieron a punto de hacerlo, de hecho. Pero... para ser honesta, tenía curiosidad por lo que iba a decir.
—¿Y a qué vino? ¿Qué fue exactamente lo que te dijo?
—Vino por el asunto del acuerdo extrajudicial —explicó ella—. Me dejó en claro que no piensa ceder, que no me dará nada. Dijo que no tiene intención de facilitarme las cosas.
Raymond apretó la mandíbula, mordiéndose las palabras antes de dejarlas salir.
—No me sorprende —replicó—. Pero eso no signifi