C46: Me enamoré de ti.
Alaska permaneció en silencio durante varios minutos, incapaz de articular sílaba alguna. Aquello que había salido de los labios de Vidal le retumbaba una y otra vez en la cabeza, golpeándola con fuerza, como si cada repetición buscara desgarrar lo que quedaba de su cordura. Era un impacto demasiado profundo, una herida invisible pero devastadora.
Había estado tan convencida, tan segura de que él la amaba. Lo había creído de verdad. Creía que había conquistado su corazón, que lo había hecho suyo, que él ya no sentía nada por Ámbar. Y ahora, escuchar que todo había sido una mentira, que él nunca había sentido amor por ella, que solo la había visto como una sombra de su hermana, fue como si el suelo se abriera bajo sus pies.
Pero lo que terminó por destrozarla fue descubrir que Vidal había utilizado su óvulo para ayudar a Ámbar a ser madre porque quería tener un hijo con ella, no porque quería formar una familia con Alaska como le hizo creer.
Alaska estaba completamente aturdida. Sus pe