La pregunta que se había hecho cuando la conoció, ahora tenía respuesta y le encantaba esa respuesta. Nunca imaginó que Lucía tuviera un cuerpo curvilíneo y que…

—Supongo que tu silencio se debe a que estás pensando en la manera más sutil posible de decirme que estoy sobre la hora y que…

—Estás hermosa —imperó. Solo había sido un fugaz pensamiento, pero las palabras salieron de su boca sin que lo pudiera evitar. ¿En qué carajo estaba pensando? Ciertamente, no con la cabeza que tenía sobre los hombros, eso seguro. Necesitaba quitarse el estrés y su mano derecha no estaba dándole la satisfacción deseada.

—Oh, gracias. Tú también te ves muy bien —espetó ella, echando una rápida mirada a las personas que caminaban cerca.

No sabía si sentirse tranquilo porque Lucía no se había percatado de que sus palabras fueron sinceras o molestarse porque ella solamente le siguió el juego. Además, si Logan veía el lado positivo, era mejor que Lucía creyera que solo estaba actuando como un novio atento,