Leila escucha a Tatum cuando este entra a la casa; su aroma a menta envuelve sus fosas nasales, destacándose del olor de la comida que la reconforta.
Ya ha terminado de cocinar y ha preparado la mesa del comedor, pero ella sigue en la cocina, esperando a que su tarta de fresas esté lista para el postre.
"Debe de haber un festín aquí", dice Theo, entrando detrás de Tatum, al ver la variedad de platos colocados en la mesa del comedor.
Carmela baja las escaleras, con un vestido de cuero rojo escaso y lápiz labial rojo ardiente.
"Bienvenido, Alfa", abraza a Tatum, justo cuando Leila sale de la cocina para saludarlo.
Tatum mira a Leila a los ojos y ve cómo ella aparta la mirada hoscamente, desapareciendo de nuevo en la cocina.
Tatum aparta a Carmela de su lado sin decir nada y empieza a caminar hacia la cocina.
Es consciente de que debe poner límites, pero tampoco puede ignorar a Carmela por completo. Fue su decisión egoísta elegir a Leila por encima de la profecía, pero Carmela no t