En el trayecto de regreso a casa, Kelvin comenzó a contarles sus descubrimientos mientras el grupo lo escuchaba con gran interés.
“Contrariamente a lo que nos han hecho creer, el primer Licántropo nunca fue creado por la diosa, sino que era un hombre lobo común y corriente, un Alfa tiránico que buscaba más poder del que un hombre debería tener y terminó consiguiéndolo, pero a un precio muy alto: una maldición”.
Tatum lo miró desde el volante. “Creo que he oído esta historia antes, pero nunca creí que fuera cierta”.
“Espera, ¿qué maldición? ¿Estás diciendo que Amara está maldita? Según la profecía, ella es la próxima reina Licántropa”, preguntó Leila con voz llena de preocupación.
“No. No lo creo. Todos los Licántropos provenían del linaje del primer Licántropo y ella no es de ese linaje, además nació así. El primer Licántropo, por otro lado, nació como un hombre lobo, pero se topó con una antigua maldición, una que le quitaría su capacidad de amar a cambio de más velocidad, fuerza,