Llevo ya dos semanas fuera del hospital, afortunadamente mis heridas sanaron bien y hoy por fin iré a mi trabajo. Me pongo mi ropa y me maquillo un poco.
Bajo a desayunar y ahí me encuentro a Dante, que cuando me ve, me mira algo confundido.
- ¿A dónde vas? - me siento a su lado y doy un bocado a mi fruta.
- A trabajar al hotel.
- Aún no estás recuperada.
- El doctor ya me dio de alta para retomar mis actividades.
- Val, no quiero que trabajes en ese hotel. Vuelve a la oficina - doy un suspiro y lo miro cansada.
- No, no pienso volver, es lo mejor.
- Está bien, pero mis hombres van contigo.
- Ok - desayunamos y luego cada uno toma su rumbo. Al llegar al hotel, Max me recibe con un abrazo.
- Me alegra tenerte aquí.
- A mí me alegra poder trabajar, gracias por esta oportunidad.
- No hay de qué, ven, yo te muestro tu oficina - me muestra una hermosa oficina con una vista maravillosa - ¿Te gusta?
- ¡Me encanta!
- Bueno, te dejo para que te instales y más tarde te mandaré tu p