Cuatro meses después:
- Vamos, amor, levántate. Hay que ir donde la doctora para ver a nuestro bebé. Dante me tiene al borde de un colapso. Hoy nos dicen el sexo del bebé y está más nervioso que yo.
- Te puedes calmar, son las 8 am y la cita la tenemos a las 11 am.
- Sí, pero desde que estás embarazada estás más lenta, así que levántate. Ya no quiero llegar tarde. ¿Ósea me acabo de llamar lenta? - Tomo la almohada que tengo y se la tiro.
- Idiota. - Me levanto de mala gana y veo cómo él trata de reírse.
- Qué humor, señora de Giordiano.
- Tal vez sea porque nada que nos casamos. Así es, llevamos meses tratando de que la boda se dé, pero él está lleno de trabajo y de viajes, así que eso no ha podido ser. Lo que me tiene bastante irritada, porque ya todo está listo, solo falta colocar la m*****a fecha para las invitaciones.
- Amor, sé que estás enojada, pero entiende, he tenido mucho trabajo. Además, el negocio me tiene también algo estresado.
- Entonces, si te tiene tan estresad