Lila es una chica recién recibida, que para terminar su tesis debe trabajar para una importante firma de abogados, a pesar de que todos la describen como la chica gorda y fracasada, ella es de las más inteligentes de su clase, por lo que termina siendo la asistente personal del famoso ceo Gianluca Vari. Terco, ególatra son de las palabras que mejor lo describen. Nunca se lo vinculó con ninguna mujer, y al parecer Lila, por eso fue elegida, ya que no está dentro de sus estándares. por lo que piensa que no hará efecto en el. Pero lo que no sabe es que esa chica gordita le pondrá el mundo al revés y le hará saber lo que es caer rendido a sus pies. no sé pierdan las travesuras de esta chica y los enredos de esta pareja no tan pareja
Leer másHola, cómo están? Me llamo Lila Monroe, tengo 23 años, estoy en mi último año de abogacía, en la prestigiosa universidad de Nueva York. Aunque me gustaría decir que tengo un hermoso grupo de amigos, debo decirles que no es así, soy la típica chica "gorda" y nerd que nadie quiere, bueno solo una persona lo hace, mi amigo Timothy, nos conocemos desde el kinder, y somos amigos inseparables desde ese entonces.
Es el único en el que confío, aunque debo decir que mi amigo es de los más populares de la universidad y en este último tiempo no pude compartir tiempo como quisiera con él, pero sigo confiando que una vez que termine este año podremos compartir más tiempo juntos. Ustedes dirán dónde me encuentro en este momento, bueno pues les diré, estoy sentada en la cafetería sola, ya que por centésima vez este mes Timothy decidió no aparecer para almorzar juntos.. Lo sé, lo sé, se que está ocupado y se que no tendría que sentirme mal pero lo hago; por qué dirán? pues les diré, la ocupación que tiene en este momento Timothy es la dulce y adorable Bianca Miller, la chica más popular de la universidad y la que más me odia. Si si, como escucharon me odia y por qué? Ni yo lo sé, lo único que se es que desde que entré en esta universidad me hizo la vida imposible. Cada vez que me veía hacia que alguien me tirara los libros, o ponía basura en mi casillero. Así todos los días estos últimos 4 años; se que es infantil pero no hizo más que incentivar a los demás a qué me hicieran cosas peores. Ustedes se preguntarán y Timothy que hizo para defenderme, bueno no hizo nada, por qué? Porque Bianca delante de él es de las más amorosas y nunca jamás haría eso; si, intenté varias veces en decirle, pero nunca, jamás de los jamás creyó en mi. Y la verdad ya me cansé de explicar y que solo me diga, Lila debes estar estresada, por eso piensas que Bianca hace eso contra tí, ella no es así, estás imaginando cosas, y no se que otra tontería más. Lamentablemente tengo que dejar que mi mejor amigo siga siendo ciego, tal vez algún día se de cuenta de su error. Además, shhh por favor no lo digan en voz alta, estoy enamorada de él y no quiero verlo sufrir por mi culpa. Sigo en mi mundo, sentada aquí sola, cuando siento que algo líquido corre por mi cabello, levanto la vista para ver a la araña ponzoñosa , o sea Bianca, tirándome todo el contenido de su vaso.. -UPS! lo siento vaca, no te ví, pensé que eras el basurero, jajajajaja.- ríe la muy idiota con sus secuaces. - Qué pasa vaca? vas a llorar??? pobrecita de tí, a quién esperas, eh? Timothy no vendrá a rescatarte - Maldita loca digo por lo bajo. - Qué dijiste estúpida? - me tira del cabello con fuerza, y todos en la cafetería se empiezan a reír, trato de no llorar por qué lo único que conseguiría es que se rieran más de mi. Algo que nunca esperé es que en ese momento me pegara delante de todos una cachetada, abrí grande los ojos del shock de no creer lo que estaba pasando. -Que sea la última vez que me digas loca, gorda insípida- me dice, por lo que todos más se ríen, hasta que se escucha decir oigan ahí viene Timothy, entonces por arte de magia ella cambia su forma de ser. -Timothy !! cariño, estás aquí por fin, mira lo que le pasó a la pobre Lila, chocó contra mi y sin querer se le cayó mi vaso en la cabeza. - Lila estás bien?- pregunta él- debes tener más cuidado por dónde vas, últimamente estás muy distraída- cuando lo veo al fin lloro desconsolada. - hey, no llores Lila, fue solo un accidente- me armo de valor y logro decir - no, no lo fue Timy.. ella lo hizo a propósito y para colmo me dió una cachetada y me tiró del cabello- -Qué estás diciendo Lila? no te permito que inventes cosas en contra de Bianca, ella no ha hecho otra cosa más que ayudarte siempre y lo único que haces es decir cosas sin sentido- no podía creer lo que escuchaba de Timothy. - Desde cuándo yo digo cosas sin sentido ? Cuándo dije algo de ella? jamás lo hice por respeto a ti- - no mientas Lila, crees que no se lo que dices a espaldas mío sobre ella, me enteré de cada cosa que hiciste, no puedo creer que seas tan cruel. creo que llego el momento de que no seamos amigos por un tiempo- Estaba incrédula de escuchar lo que mi amigo desde la infancia decía en ese momento, no podía creer lo que escuchaba, no solo no me creía sino que era obvio que no me conocía en absoluto, lo único que pude hacer en ese momento fue salir corriendo de ahí sin mirar atrás, había perdido a mi amigo..Gianluca. Luego de revisar los papeles y el archivo de un caso que debo llevar a cabo una vez que vuelva de Seattle, recibo la llamada de Isobel desde la tienda de vestidos. Estaba inquieta porque "rino" todavía no había llegado y tenía miedo de que no fuese. - Iso en 10 minutos estaré ahí - respondí - debo comprar un regalo para mi padre y mi hermanita- - Está bien señor, aquí lo espero- - Iso que hemos hablado? No me digas señor, eso déjaselo a mi padre- - muy bien señ... digo Gianluca- dice finalmente. Me dirijo junto a Vincent hacia el auto que nos llevará a la tienda de vestidos, mientras me comenta la agenda durante los días que estaré fuera. Estamos llegando, cuando veo a lo lejos a Isobel esperando por nosotros. - ¿La señorita Monroe ha llegado?- pregunto - Si joven Gianluca, está probándose los vestidos de gala.- -Muy bien, vamos hacia la tienda quiero ver un vestido para Marie- digo Mientras vamos llegando a la tienda se hacen cada vez más fuertes una
Lila. Después de lo que sentí una eternidad, llegué a mi departamento, había hablado con "Timy" para avisarle que había salido antes de trabajar y que no era necesario que me busque. Aunque él se sintió mal por no poder buscarme, dijo que en un par de horas vendría a verme. Isobel se había comunicado conmigo y en unos cuarenta minutos nos íbamos a encontrar en la entrada del shopping. Aunque no estaba muy segura del por qué tenía que acompañar a mi jefe, debía cumplir con lo que se me pidió.. Llegué a la entrada del lugar e Isobel ya me estaba esperando. -Lila, aquí estás!! pensé que tal vez no ibas a llegar- dijo Iso ahora relajada. - Estaba dudando pero aquí estoy. ¿No sabes por qué tengo que viajar con el señor Vari?- pregunté un poco ansiosa. -Tengo entendido que es una gala para presentar a Gianluca como sucesor del señor Marco- dijo. -Así que se llama Gianluca, no lo sabía, solo lo conocía por señor Vari- digo divertida refiriéndome a mi jefe. - Ay niña, e
Lila. Mi vida llegaba a su fin o eso me imaginé en mi cabecita, después de haberle dicho al jefecito hot algo sobre su miembro. Cosa que aún no puedo creer, ya que es evidente que no tiene un amigo pequeño, lo he notado. Por qué dirán? Pues bueno, debo decir que los pantalones del traje italiano hecho a medida que usa, están bien marcados en esa zona, y no es que haya mirado mucho.. bueno en realidad si, digo no; bueno si ... Si lo sé, soy una deprabada que mira a su jefe, mientras mueve esas hermosas piernas esculpidas. Debo darme un golpe mental para dejar de pensar en eso y contarles lo que pasó; ya que después de lo que dije, que ya me arrepiento y se que tengo las horas contadas, me desmayé... Si si cómo escuchan, y eso no es todo, lo hice arriba del señor Vari. Sería raro no caerme encima de él, por qué es como si tuviera un imán que me atrae a caer encima suyo, cosa que no se si es suerte o más bien diría mucha mala suerte. Mientras estoy yendo y viniendo de esa
Lila. Subo en el elevador que me lleva a la oficina de mi jefe, perdida en mis pensamientos mientras siento las miradas de los empleados puestas en mí, trato de no pensar en lo que pueden estar hablando, aunque se que seguramente es sobre lo que pasó en la calle. - Dios , no veo la hora en que este día termine rápido - pienso. Las puertas se abren en el piso 40, tratando de no pensar en lo que me espera, doy un paso adelante y después otro hasta llegar a mi escritorio, cuando estoy por dejar mis cosas, Vincent se acerca y me pide que ingrese a la oficina del jefe; aunque ya me lo esperaba no quería que fuera tan pronto. - Vincent, está muy enojado?- pregunto - Creo que debería entrar señorita Monroe- suspira él.. Creo que mi carrera como abogada así como casi empieza se esfumó de golpe. - Bueno Vincent, deséame suerte- me acerco a la puerta, doy dos golpes y espero que me deje ingresar; Escucho el llamado e ingreso. -Bueno, bueno , bueno, que nos ha traído el ratón- d
Gianluca. Comenzaba mi rutina diaria de ejercicios, ducha y café ,pensando en la cara que habrá puesto la "rino" cuando se enteró, que con un solo click del mouse ,obtenía la información que le había solicitado buscara en el cuarto de archivo; si lo sé fuí muy cruel, pero no tanto como para no avisarle, por eso a mí salida envié a Isobel para que la guíara. - Gianluca no puedes ser tan malvado de hacerle eso a la pobre chica- me había recriminado Iso sonriendo por mi pequeña picardía, - lo lamento Iso, pero de alguna manera tenía que castigarla por lo que me hizo en la mañana- respondí riéndome. Rara vez actuaba de esa forma, pero lo que hizo esa chica estuvo mal y de alguna forma debía corregirla, no lo creen? Termino mi café, me pongo mi saco y salgo del departamento para dirigirme a la oficina. En el camino Vincent, me dice las últimas novedades de la bolsa, por qué si , también invierto un poco en bienes raíces, lo que me ha generado una pequeña fortuna, nada comparado a l
Timothy. Eran las nueve de la noche y estaba nuevamente parado bajo el edificio de Lila, aunque ya estaba resignado envié un mensaje a su teléfono tal vez con la esperanza de que respondiera. No había podido dormir en días y cada vez se me hacía más difícil perdonarme por lo que le hice pasar a ella; pasaron unos minutos y como por obra divina Lila, mi mejor amiga, respondió. Aunque cauteloso por lo que podía llegar a pasar, leí el mensaje, en el que me pedía que subiera; en eso mi ceño se relajo y al fin pude soltar el aire que estaba conteniendo. Subí al quinto piso, caminé despacio hasta llegar al umbral de su puerta, respire hondo y toqué el timbre. Escuché el ruido de las llaves y tras unos segundos Lila abrió la puerta, solo dijo hola y eso fue suficiente para que entrara apresurado y la abrazara; -Lo siento Lila, realmente lo siento- sollocé como un niño pequeño, ella acarició mi espalda y me dijo que no me preocupara que también lamentaba todo, no tenía por qué decir
Último capítulo