STAVROS
—Prométeme que cuando esto termine estaremos juntos.
—Es lo que más deseo.
—Lo prometes—insiste.
—No tengo que jurarte nada, confía en mis actos mujer, solo en ellos.
No me gusta darles rodeos a las cosas es por eso que lanzó el proyectil esperando la honda destructiva.
—Andrómaca—suspiro —Agatha está embarazada.
El silencio es preocupante, arrollador porque espero que me golpee, se enoje, pregunte, sin embargo, se queda callada por unos largos segundos que se hacen eternos.
—Nena no sé cómo paso lo juro.
—Que yo sepa los niños no llegan a este mundo porque una cigüeña los trae volando—se levanta y yo con ella, tambaleándome un poco cuando el mundo me da vueltas «insisto, no vuelvo a beber» —te acostaste con ella Stavros.
No me enfrenta dándome la espalda y lo prefiero así, ver sus lágrimas, su decepción me mataría.
—No lo sé—soy sincero—estaba borracho ese…..
No termino la frase porque su palma impacta mi rostro, arremete dos veces mas y permito que se desahogue.
—No me venga