Fede y yo nos separamos lentamente sin dejar de sonreír.
- Te juro que estaba tan enojado contigo por exponerte de esta forma, pero con esto toda mi rabia se esfumó. Ahora sí podré darle con tranquilidad mi apellido a este hermoso bebé - se agacha y le da besos a mi vientre.
- Lo mejor de todo es que él no va a molestarnos más. Ahora podremos estar juntos sin tener miedo de que algo nos pase - este me vuelve a besar y luego me dice:
- ¿Qué te parece si hacemos una pequeña cena con todos nuestros amigos en casa?
- Sí, me encantaría - nos dirigimos a la editorial y ambos llegamos muy felices, lo que Greg nota inmediatamente.
- ¿Y esas sonrisas?
- Hablé con Mariano hoy - este abre los ojos sorprendido.
- ¿Qué? Pero Oli, ¿cómo te fuiste a exponer de esa forma?
- Lo mismo le dije yo - dice Fede.
- Chicos, lo importante fue que logré lo que quería. Firmó los papeles donde cedía sus derechos y prometió no volver a aparecer en nuestras vidas.
- ¿En serio? ¿Así de fácil?
- Sí.
- Oli, no creo qu