- ¡Esa maldita zorra!. ¿Cómo consiguió ser la favorita del señor Lamprou?.- Aurora caminaba de un lado a otro desesperada, cómo león enjaulado.- Es su amante. ¡Sí, seguramente es su amante!. ¡Claro!, ¿Por qué no?. El viejo aún mantiene lo suyo y Alexein sería quien completara el trabajo que él no puedo, eso es.
Aurora se encontra despotricando en el despacho de Fernando fuera de sí.
Había regresado junto al hombre a España, pues después de ver que ahora la castaña contaba incluso con guardaespaldas privados y ya no dependía de la compañía de Dafne, se dieron cuenta que acercarse a ella era casi misión imposible.
Estaba furiosa porque, ¿Qué tenía ella de especial que incluso el patriarca Lamprou y su querida nieta estaban dispuestos a todo con tal de protegerla?.
Pero no era eso lo que más le dolía.
Lo que más dolía en su corazón era ver que incluso Alexein estaba dispuesto a enfrentarse hasta las últimas consecuencias a Fernando con tal de protegerla. Ella lo tenía hechizado por com