- ¿Acaso no piensas comer mi amor?.- Aura preguntó preocupada, al ver que Alexein ni siquiera había probado bocado.
Estaban en un pequeño restaurante, a algunas cuadras del juzgado.
Habían decidido ir a almorzar, aprovechando el pequeño receso que se les había sido otorgado, pues la rubia parecía a punto de babear apenas percibió el olor de la comida y Aura no la culpaba: debía comer por dos.
- No tengo hambre cariño.
- ¿Y crees que haciendo huelga de hambre vas a conseguir el veredicto que deseamos?.- Dafne preguntó, mientras engullia toda la comida que estaba a su alcance.- Lo único que vas a conseguir es que nos preocupemos más de la cuenta.
- Daf tiene razón amor. Necesitas recargar energía y mantenerte fuerte para lo que sea que venga. Ven. Inténtalo.- Aura cortó un pedazo de carne y se lo acercó a Alexein a los labios.
El ojigris miró a la chica y sólo pudo negar con una incipiente sonrisa ante el gesto de esta, no teniendo la fuerza necesaria para decir que no.
- Hijo... No te