- ¿Tengo esperanza Ares?.- Caliope preguntó con aprehensión, apenas este llegó junto a ella.- Dímelo sin rodeos, estoy preparada para lo que sea.
- Sabes que es una situación complicada, pero las pruebas son irrefutables, eso nos juega mucho a favor.- El aludido respondió con total honestidad.- Después de que Orfeo te interrogue, lo haremos con los demás testigos y dependiendo de lo que estos digan, aunque no salgas completamente limpia, al menos la pena no será tan larga.
Caliope asintió, conforme con cualquiera que fuera el resultado.- ¿Sabes?. Cuando me entregué había decidido no luchar, estaba dispuesta a aceptar cualquier sentencia, sabía que la merecía. Pero ahora... Aunque se que no soy inocente y sigo queriendo pagar por mis errores y redimirme si es posible, también quiero salir de aquí cuánto antes y estar con mi hijo y conocer a mi nieta. Sé que no lo merezco, pero... Quiero engañarme a mi misma y creer que sí.- Una lágrima rebelde resbaló por su mejilla, la cuál limpió con