Los días siguieron pasando, convirtiendo se en semanas,y estos en meses. Sasha y Kali habían forjado una amistad, pero a pesar de considerarla amiga, no se atrevía a revelar su secreto. En varias ocasiones Sasha la descubría llorando y muy lejana en sus pensamientos.
—Kali...no sé qué tienes ers muy neutral, pero siempre veo tristeza en tus ojos, si puedo ayudarte por favor pídelo. —se ofreció Sasha a ayudarla, y Kali se vio tentada a confesar su presencia en el campamento. La miró fijamente y Sasha vió oscuridad en sus ojos.
-—¿Kali? —pronunció interrogante.
—Estoy bien Sasha, no te preocupes, es Solo que nunca me imaginé encontrarme aquí a Jansó
—¿Jansó? ¿Acaso tú y él?
—Tiempo pasado Sasha, por eso lo evito.
—Sería bueno que hables con el.
—Lo pensaré Sasha...lo pensaré.
Las semanas pasaron, Kali evitaba a Jansó y estaba más pendiente de Sasha que ya sentía las contracciones tan fuertes que ya no soportaba.
—¡Aaaah! Duele...duele mucho. —Gritaba..sus bebés estaban naciendo.
—Puja