28. Pareces más feliz.
Las sugerencias de la madre de Alexander me puso en un estado de alerta total. Mi cuerpo se ponía rígido, levantaba mi barbilla mirándola fijamente.
—Usted es madre así que se imaginara que la fuerza de una madre es imparable. —Mis ojos se tornaban viscerales—No permitiré que usted ni nadie me quiera quitar a mis hijos ¿Comprende? El tema de nuestros hijos nos concierne a nosotros y si él no ha actuado en mi contra, usted no está autorizada a tratar de intimidarme.
Mi tono de voz resultó completamente desafiante. Observé cómo sus ojos azules adquirían una mirada feroz. Mientras estaba a punto de expresar algo, percibí cómo alzaba su mentón y experimentaba un delicado contacto en mi cintura. Observando de reojo, me di cuenta de que Alexander mantenía la mirada fija en su madre, estableciendo una comunicación silenciosa en la que noté que inclinaba su cabeza levemente.
—Madre, quiero que la entancia de mis hijos y Dorothea sea totalmente placentera asi que por favor no comiences.
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