Sonrío complacida porque según lo que Carolina y Marcus me dicen, las cosas han mejorado y eso me complace plenamente. Así que, me concentro en disfrutar por ahora viendo a mi pequeño ducharse, prometiendo que cuando pueda moverme sin cansarme tanto, hacer algo para los hombres lobos de la manada luna dorada.
— ¿Ya han terminado? — pregunta Reymond en el umbral de la puerta y de inmediato, Carolina y Marcus se marchan.— Sí, ya se ha bañado, pero, me gusta verlo jugar en el agua.— Es sorprendente. — dice Reymond negando.— ¿Qué es sorprendente?— A ese pequeño demonio no le gusta el agua y mira cómo se baña tranquilo. — dice Reymond entrecerrando si mirada.Niego ante la forma en que llama a Joosher, por lo que, lo observo serio hasta que él mira hacia mí corrigiendo incluso su postura.— No lo lla